Seguramente, cuando una persona habla y nombra Japón lo
primero que se le viene a la mente es esto:
Pero es mucho mas que eso.
Tenemos un gran error, al estereotipar a toda su enorme
cultura en solo "ojitos chicos".
Es una cultura distinta, podríamos describirla como mística,
minimalista y con una concepción totalmente opuesta a la occidental. La cultura japonesa es única en el mundo y no
se parece a ninguna otra, esto se debe en gran manera a que Japón estuvo cerrado
a resto del mundo por mas de 200 años.
En el periodo edo, la época de los shogun (generales samurai
que se hicieron con el poder del gobierno bajo una dictadura militar) estaba
totalmente prohibido entrar o salir de Japón.
Si un Japones intentaba salir o un extranjero pretendía
entrar, lo pagaban con su vida. Esta circunstancia tuvo a japón totalmente
asilado del exterior y de cualquier influencia extranjera.
Para haceros una idea ,mientras en Europa ya estaban en
plena revolución industrial,y la gente viajaba en trenes,en japón estaban
todavía en la época feudal y viajaban en carros y caballos...
Durante
esos años apareció el teatro tradicional (kabukis), las geishas y muchas cosas
mas tan autoctonas de Japón.
En japón siempre se saluda con una reverencia, aun que sea
un amigo, no se le saluda con besos o apretones de mano, una breve reverencia
es el saludo habitual entre amigos. La inclinación hacia nuestro interlocutor sera mas o menos profunda según su posición social. Por supuesto a un jefe o un maestro se le hará mucho mas inclinada que a un amigo, por ejemplo: Cuando vas a comprar en una tienda en japón,siempre se despedirán de ti los dependientes con una profunda reverencia, hayas comprado o
no. Para ellos los clientes son muy importantes y los miman mucho.
Desde los tiempos remotos, inclinarse ante un samurai,
muestra cierto respeto y confianza. Ya que al estar agachado para saludar, nos
dice que esa persona confía en mi al yo (ser un samurai) no cortarle la cabeza
con mi espada.
También cuando los Japoneses están arrepentidos, su forma de pedir perdón es un ejemplo a seguir.